Prueba a subir al mirador de Gibralfaro, de noche, no a aquel junto al castillo sino al escondido sin luces... Aquel en el que, los días de diario y de madrugada, está completamente vacío. Y donde hace frío.
Desde allí puedes contemplar esta ciudad en soledad, desde arriba; compararla con el mar o las montañas que se vislumbran al fondo pasados los pueblecitos que la rodean.
Y, entonces. Bueno, entonces nada. Te parecerá una mierda y querrás ser fría en vez de tener frío.
1 comentario:
Prueba a subir al mirador de Gibralfaro, de noche, no a aquel junto al castillo sino al escondido sin luces... Aquel en el que, los días de diario y de madrugada, está completamente vacío. Y donde hace frío.
Desde allí puedes contemplar esta ciudad en soledad, desde arriba; compararla con el mar o las montañas que se vislumbran al fondo pasados los pueblecitos que la rodean.
Y, entonces. Bueno, entonces nada. Te parecerá una mierda y querrás ser fría en vez de tener frío.
Publicar un comentario