Vuelve como un eco eterno y agridulce.
Todo son trajes de nochenlacalle
y dudo haber visto su verdadera piel.
Aunque yo espere y espere y espere
y mil veces más que todas las que cuento
esperando.
Seguirán los rasgos de esta fábula sonando
a inciertidumbre y melodía desilusionada
ahogada, aplastada en mares de espinas
empedrados, sin fuerza ... aunque con una luz
pequeña e incansable
que todavía tiene ganas.
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