
La pudredumbre prevalece sobre las cabezas
y no encuentro mar alguno que me calme.
Vuelve la sed agrietándome las entrañas
y acabando con cada uno de mis golpes a esta vida,
que es cada vez más fuerte
y yo más charco inanimado.
Justamente,
injusto.
y no encuentro mar alguno que me calme.
Vuelve la sed agrietándome las entrañas
y acabando con cada uno de mis golpes a esta vida,
que es cada vez más fuerte
y yo más charco inanimado.
Justamente,
injusto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario